EN EL PASILLO DE INNUMERABLES PUERTAS
En ese pasillo, al principio me parecía un largo pasillo muy colorido con mucha luz, pero a los cuatro o cinco pasos todo el pasillo se quedó oscuro, con muy poca luz, con el suelo y prendes oscuras, y un toque de rojo tinto en las puertas, la única tonalidad de color que aún así se perdía en la oscuridad.
Decidí entrar en una de ellas, pero algo extraño empecé a sentir, como cansancio, un dolor fuerte en la cabeza sentí, mareos, un sudor súper raro, sudor frío...
Una situación muy agobiante, estaba frustrado.
Al salir, noté una libertad, como si no debería de habernos entrado en esa puerta, algo muy siniestro...
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